Muchos de nosotros, cuando viajamos a conocer un continente o país extranjero, rara vez pasamos más de una semana allí. ¿Es posible conocer un país con todas sus tradiciones y costumbres, con todos sus lugares por ver, en una semana? Claro que no, pero hay ciertos puntos clave que enriquecerán tu experiencia como viajero y sintetizarán la parte histórica, cultural y turística que necesitas conocer para enamorarte del sitio que visites. 



Estos son  4 países y los puntos clave que debes conocer para aprender lo más que se pueda de ellos en tan sólo 4 días.

4. Brasil


Buzios, en la Costa del Sol, es un complejo de 23 playas en las que se pueden hacer paseos marítimos, bucear, hacer surf y windsurf.

Cabo Frío, el siguiente destino, es el ejemplo de una adecuada organización y limpieza; de playas que dan al océano y grandes dunas de arena blanca, está poblada de restaurantes y bares que te ayudarán a consumir el tiempo mientras miras el paisaje.

Río Das Ostras es, además de sus 15 playas, un sito de interés cultural, pues conserva lo esencial de lo pueblos que lo poblaron en la antigüedad. Parques y museos están a la disposición de aquel que decida viajar en el tiempo y adentrarse en la cultura local.

Arraial Do Cabo: 50 puntos de buceo disponibles para los aventureros. No por nada llaman a este sitio la capital del buceo en el país. Tortugas, estrellas de mar, caballos marinos, peces de colores y corales esperan a ser vistos por tus ojos bajo el agua.

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3. India

La Tumba de Humayun, en Delhi, es una de las principales piezas arquitectónicas del arte mogol. Conservada del paso del tiempo casi a la perfección, es una estructura con detalles en mármol blanco y negro que sirven como ornamento.El Templo Mahabodhi, en Bodh Gaya, fue el sitio donde Buda alcanzó la iluminación. Se trata de una de las estructuras de ladrillo más antiguas del país. Su estilo fue de gran influencia en el futuro desarrollo de la arquitectura local. Ideal para un viaje espiritual.

El Templo Dorado es lo más sagrado para aquellos que siguen el sijismo. La idea tras su construcción era brindar un espacio donde confluyeran humanos de todas las religiones, razas y clases sociales para adorar a Dios sin ninguna distinción.

El Taj Mahal, de sobra conocido, es un mausoleo con una enorme cúpula de mármol blanco. Construido a mediados del siglo XVII por un emperador en honor a su difunta esposa.

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2. Nueva Zelanda
Auckland es la ciudad más grande y bonita de Nueva Zelanda. Ofrece todas las ventajas de una gran ciudad, además de la posibilidad de practicar deportes extremos y tours. Es una zona tranquila y cosmopolita.

Queenstown es la ciudad más turística de todas. Poseedora de un lago y montañas que la rodean, hay mucho espacio para que la aventura encuentre su sitio, ya sea en la forma de un deporte extremo o la sencilla exploración. Una ciudad que lo tiene todo.

En Bay of Plenty hay pequeñas ciudades que son bellas y retratan el ritmo de vida neozelandés fuera de las principales urbes. Tauranga y Monte Maunganui son ambas ciudades a la orilla de la playa donde se puede descansar y realizar deportes extremos.

Milford Sound es uno de los lugares más hermosos del mundo, siempre y cuando no llueva (lo cual es poco frecuente). Los fiordos que la adornan pueden ser recorridos en barco o, bien, puede realizarse el recorrido en carretera, lo que te dejará pensando en que eso que miras no puede sino ser una creación directamente divina.

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1. IslandiaLa Laguna azul, en Grindavik, es un espacio termal en el que los visitantes tienen la oportunidad de nadar en el Mediterráneo a temperaturas que rozan los 40º C. Un verdadero oasis acuático.

El lago Jökulsárlón es el lago glaciar más conocido de todo el país. Tiene la mayor concentración de icebergs de toda Islandia. Desde su orilla se pueden ver focas, skuas y gaviotas.

La grieta de Silfra, ubicada en el lago de Thingvallavant, es el único sitio donde las placas tectónicas de Eurasia y América son visibles sobre la superficie del océano. Está cubierta de agua clara a través de la cual es posible hacer snorkel.El arco Dyrhólaey parece un capricho de la naturaleza. De 120 metros de altitud, es una formación rocosa que posee en el medio un arco, producto de la erosión de la piedra al contacto con el mar. Un lugar ideal para ser fotografiado.